Espero que os guste y os lleve a generar cambios, desde donde cada uno pueda.
Un abrazo,
Irene
La contra de la Vanguadia a 3/11/2010.
Un día visitando un cole vi a una niña de seis años concentradísima dibujando. Le pregunté: "¿Qué dibujas?". Y me contestó: "La cara de Dios".
¡. ..!
"Nadie sabe cómo es", observé. "Mejor - dijo ella sin dejar de dibujar-, ahora lo sabrán".
Todo niño es un artista.
Porque todo niño cree ciegamente en su propio talento. La razón es que no tienen ningún miedo a equivocarse... Hasta que el sistema les va enseñando poco a poco que el error existe y que deben avergonzarse de él.
Los niños también se equivocan.
Si compara el dibujo de esa niña con la Capilla Sixtina, desde luego que sí, pero si la deja dibujar a Dios a su manera, esa niña seguirá intentándolo. El único error en un colegio es penalizar el riesgo creativo.
Los exámenes hacen exactamente eso.
No estoy en contra de los exámenes, pero sí de convertirlos en el centro del sistema educativo y a las notas en su única finalidad. La niña que dibujaba nos dio una lección: si no estás preparado para equivocarte, nunca acertarás, sólo copiarás. No serás original.
¿Se puede medir la inteligencia?
La pregunta no es cuánta inteligencia, sino qué clase de inteligencia tienes. La educación debería ayudarnos a todos a encontrar la nuestra y no limitarse a encauzarnos hacia el mismo tipo de talento.
¿Cuál es ese tipo de talento?
Nuestro sistema educativo fue concebido para satisfacer las necesidades de la industrialización: talento sólo para ser mano de obra disciplinada con preparación técnica jerarquizada en distintos grados y funcionarios para servir al Estado moderno.
La mano de obra aún es necesaria.
¡Pero la industrialización ya no existe! Estamos en otro modo de producción con otros requerimientos, otras jerarquías. Ya no necesitamos millones de obreros y técnicos con idénticas aptitudes, pero nuestro sistema los sigue formando. Así aumenta el paro.
Pero se nos repite: ¡innovación!
La piden los mismos que la penalizan en sus organizaciones, universidades y colegios. Hemos estigmatizado el riesgo y el error y, en cambio, incentivamos la pasividad, el conformismo y la repetición
No hay nada más pasivo que una clase.
¿Es usted profesor, verdad? Las clases son pasivas porque los incentivos para estar calladito y tomar apuntes que repetirá son mayores que los de arriesgarse a participar y tal vez meter la pata. Así que, tras 20 años de educación en cinco niveles que consisten en formarnos para unas fábricas y oficinas que ya no existen, nadie es innovador.
¿Cuáles son las consecuencias?
Que la mayoría de los ciudadanos malgastan su vida haciendo cosas que no les interesan realmente, pero que creen que deben hacer para ser productivos y aceptados. Sólo una pequeña minoría es feliz con su trabajo, y suelen ser quienes desafiaron la imposición de mediocridad del sistema.
Tipos con suerte...
Son quienes se negaron a asumir el gran error anticreativo: creer que sólo unos pocos superdotados tienen talento.
"Sé humilde: acepta que no te tocó".
¡Falso! ¡Todos somos superdotados en algo! Se trata de descubrir en qué. Esa debería ser la principal función de la educación. Hoy, en cambio, está enfocada a clonar estudiantes. Y debería hacer lo contrario: descubrir qué es único en cada uno de ellos.
¿La creatividad no viene en los genes?
Es puro método. Se aprende a ser creativo como se aprende a leer. Se puede aprender creatividad incluso después de que el sistema nos la haya hecho desaprender.
Por ejemplo...
Soy de Liverpool y conozco el instituto donde recibieron clases de música mi amigo sir Paul McCartney y George Harrison... ¡Dios mío! ¡Ese profesor de música tenía en su clase al 50 por ciento de los Beatles!
Y...
Nada. Absolutamente nada. McCartney me ha explicado que el tipo les ponía un disco de música clásica y se iba a fumar al pasillo.
A pesar del colegio, fueron genios.
A Elvis Presley no lo admitieron en el club de canto de su cole porque "desafinaba". A mí, en cambio, un poliomielítico, me admitieron en el consejo del Royal Ballet...
Ahí, sir, acertaron de pleno.
Allí conocí a alguien que había sido un fracaso escolar de ocho años. Incapaz de estar sentada oyendo una explicación.
¿Una niña hiperactiva?
Aún no se había inventado eso, pero ya se habían inventado los psicólogos, así que la llevaron a uno. Y era bueno: habló con ella a solas cinco minutos; le dejó la radio puesta y fue a buscar a la madre a la sala de espera; juntos espiaron lo que hacía la niña sola en el despacho y... ¡estaba bailando!
Pensando con los pies.
Es lo que le dijo el psicólogo a la madre y así empezó una carrera que llevó a esa niña, Gillian Lynne, al Royal Ballet; a fundar su compañía y a crear la coreografía de Cats o El fantasma de la ópera con Lloyd Webber.
Si hubiera hecho caso a sus notas, hoy sería una frustrada.
Sería cualquier cosa, pero mediocre. La educación debe enfocarse a que encontremos nuestro elemento: la zona donde convergen nuestras capacidades y deseos con la realidad. Cuando la alcanzas, la música del universo resuena en ti, una sensación a la que todos estamos
Esta entrevista me ha parecido una auténtica transparencia de la situación que se vive actualmente. Parece que los humanos no estemos siendo, como dice Sir Ken Robinson en la entrevista, educados para poner máquinas en funcionamiento, sino que actualmente ya estamos siendo directamente escolarizados para ser máquinas. Se nos ha impuesto un sistema en el cual solo se acepta X, y si tu no sabes hacer X pero sí sabes hacer Y no vales, eres un inútil. Por lo tanto, vivimos en un mundo donde no se da libertad a la persona, sino que se fijan una serie de objetivos que el individuo debe seguir para ser "alguien" en la vida. Únicamente con esta última frase que acabo de escribir ya podemos contemplar la dureza con la que se nos exigen cosas; se nos dice que si no somos capaces de realizar X no existimos. Y mi pregunta es: por qué si 1 no sabe hacer X pero sí Y a la perfección, no existe, y en cambio si 2 sabe hacer un poco de X pero nada de Y, existe y por lo tanto es infinitamente superior a 1 ?
ResponderEliminarAunque presuntamente haya personas que frente las adversidades que nos presenta el actual sistema de la vida, crean en su interior un sentimiento de automotivación y, por consiguiente, son capaces de seguir adelante y, a veces, incluso de triunfar, también existen personas (para mi parecer una considerable cantidad de la población mundial) que frente las adversidades no crean motivación alguna, sino que todo lo contrario, se hunden y rinden peor. Por eso, y por una infinidad más de cuestiones, digo que vivimos en un mundo cruel e injusto.
Si nos vieran filósofos de la Antigua Grecia alucinarían, nos considerarían como una especie de dioses; presuntamente hemos acabado con una velocidad supersónica con la gran duda que ha reinado durante muchos años en la cual se cuestionaba qué es el bien y qué es el mal.
Hablando de sabios, una vez alguien dijo: equivocarse es de sabios, pero hoy en día quien se equivoca no es un sabio, es un no conocedor de X, y por lo tanto no vale. Como muy bien dice Sir Ken Robinson, actualmente en las escuelas hay impregnado un cierto aire de miedo a participar en clase, ya que el alumno corre el riesgo de fallar a la pregunta del profesor y por lo tanto, si lo comparamos en gran escala con el modelo actual, de no ser conocedor de X, de no ser nadie. Doy fe de ello, yo mismo soy un estudiante y he pasado por muchas veces la burla del resto de compañeros por haberme equivocado (incluso a veces cuando he respondido algo lógico y coherente pero no equivalente a la respuesta acurada).
En definitiva, vivimos en un mundo donde rige un sistema cruel que produce desigualdad y que en general hace al individuo más infeliz y mezquino, por lo que nos sentimos como si estuviéramos ubicados en un antro hostil, y lo peor de todo es que hoy en día es materialmente imposible acabar con este modelo de vida.
Adrià Gil, 1 Bachillerato D
Gracias, Adrià por tu profundo, sincero e inspirador comentario.
ResponderEliminarGracias por darnos una visión desde el otro punto de vista, desde el del alumno, el cual no siempre estamos dispuestos a escuchar, entender e incluso, plantearnos la posibilidad de que estamos equivocados y que podemos introducir cambios.
En mi labor docente, mi objetivo es desarrollar las cualidades de todos y cada uno de mis alumnos, es decir, la X, la Y, la A, la M... me gustaría que me orientaras y ayudaras en mi quehacer diario para realmente conseguir contribuir a la formación de personas que saquen su potencial interior y no formar los estereotipos que la sociedad marca.
¡Te estoy muy agradecida!
Irene
Sin duda alguna, este artículo es de gran interés y abre nos abre los ojos ante la cruda realidad. Pero, y si la sociedad no quiere abrir los ojos? Y si los párpados de nuestra sociede están grapados y no podemos ver? Ésta impactante metáfora parece reflejar la aún más impactante sociedad en la que vivimos dónde, como Sir Ken Robinson expone, no hay lugar para la creatividad, para la imaginación. Una sociedad dónde el taylorismo triunfa sin duda alguna (véase si no el caso de Xina, la economía de modo).
ResponderEliminarTodo esto me plantea una GRAN duda. Tenemos que seguir con la idea, quizás utópica, de Sir Ken Robinson? O tenemos que seguir con lo que la sociedad capialista nos impone para encajar en la misma? Según mi punto de vista, siempre hemso de correr el riesgo que supone seguir con nuestros ideales, en este caso, compartido con Sir Ken Robinson.
Esto es lo que pienso, aunque quizás me equivoque. Correré el riesgo...
Ernest Morales 1o Batx D
Enhorabuena, Ernest, por ser uno de los pocos VALIENTES en asumir el riesgo de seguir los propios ideales.
ResponderEliminar¡Gracias!
Irene
Desde mi humilde punto de vista de un alumno de ciencias sociales de primero de bachillerato, creo que actualmente vivimos en una sociedad con una mentalidadad en la cual las motivaciones extrínsecas son más valoradas que las intrínsecas en un principio. Vivimos en un mundo capitalista donde el poder de uno mismo es proporcional a la cantidad de bienes materiales que poseas y esto lleva a querer tener un trabajo que te proporcione mucho dinero y quizás ( seguramente) no te haga feliz, te absorba y te haga ser un infeliz y perder toda la vida por un objetivo que, realmente, no es lo más importante en la vida. La motivación te tiene que salir del alma, de las ganas de mejorar día a día en tu actividad y de querer proporcionar un bien para la sociedad... no de querer recibir un cheque que, al final y al cabo, a veces te pide un precio demasiado alto a cambio en la vida...
ResponderEliminarSiento decir y creer que en el mundo escolar sucede lo mismo, muchos alumnos solamente estudian para sacar buenas notas y hacer que sus padres estén orgullosos de ellos, y no para formarte y curtirte como persona, que en definitiva, es para lo que acude un chico a la escuela... La educación española, seguramente sin intención, a veces no deja volar la imaginación a un alumno que necesita hacerla volar, sino que en ella se forman clones, máquinas, trabajadores que no se atreven a innovar en este mundo en el cual quien es capaz de innovar tiene más posibilidades de éxito.
Por eso creo que es importante que en la escuela te enseñen creatividad y te dejen tener tus ideales porque cada persona es diferente y tiene diferentes virtudes, cualidades y habilidades, y en este mundo se necesitan personas de todo tipo que se complementen unas a otras para prosperar e intentar arreglar lo que, sin querer ofender, otros han destruído o creado de forma negativa para la sociedad, para el mundo entero.
Creo que es bueno dejarte llevar por las sensaciones, por las ideas que tienes y por las emociones para hacer un mundo más humano.
Marc Llorens y Alonso 1º Bachillerato D
Yo sencillamente quería aportar un pequeño comentario. Esta tarde, tanto yo como mis compañeros, después de Educación Física hemos vivido una experiencia un tanto decepcionante. En el vestuario, hemos coincidido con los alumnos de 4º de primaria que entrenaban a futbol más tarde. Los chavalines han empezado a "vacilar/amenazar/insultar" a todos nosotros. Decían "mitja merda,.." bueno ya os lo podéis imaginar... Han empezado a vacilar, gente de 9 años a gente de 16 de una forma absolutamente soprendente. Al principio, nos lo hemos tomado un poco a broma pero más tarde yo almenos he reflexionado y me he cuestionado como es posible esta falta de respeto, de mala educación de unos niños de 9 años tan siquiera... Ves ésto, y piensas como se puede madurar? Bien, el caso es que se nos cuestiona nuestra mala educación, que somos el futuro, que somos la generación perdida... perdonen pero yo con 9 años veia a los grandes del cole y no me atrevía ni a abrir la boca... Así que si nosotros estamos mal, no quiero ni imaginar como estan ellos... Lo digo porque si nosotros hubiésemos reaccionado los niños se habrían quejado a sus madres y a sus padres y nos podría haber llegado algo... Yo sinceramente, sin ningún tipo de impedimento me habría enfrentado a la madre y le diría: yo igual me he equivocado reaccionando, pero señora no sé si se da cuenta que la educación de su hijo es realmente preocupante... Yo ya no sé si sería problema de los padres o de la televisión que enseña cosas que no debe y quizá es por eso que estos renacuajos tienen una educación tan lamentable... No estoy enfadado con ellos, más bien estoy preocupado.
ResponderEliminarGracias
Ot Serra 1º Bachillerato
Guau, Marc!!!
ResponderEliminarMuchas gracias por tan profunda reflexión. Me encanta ver cada vez existen (o se expresan) más personas con la idea de buscar un mundo mejor con la aportación de cada uno teniendo en cuenta las cualidades individuales que le hacen especial.
Muchas gracias.
Irene
Ot, muchas gracias por compartir tu vivencia y tu punto de vista de la evolución de la sociedad.
ResponderEliminarYo tengo el punto de vista de mi generación con respecto a la vuestra y por ello, me ha aportado mucho tu reflexión.
Me has hecho pensar... estoy buscando posibilidades con respecto a lo que comentas.
Gracias,
Irene