habla de la importancia de la vivenciación en los procesos de educación emocional. Vivenciación que se consigue mediante la acción motriz.
"El concepto o visión occidental de la inteligencia emocional tiene un componente fuerte de teoría y está fundamentado básicamente en información (cognitiva). Trata el aprendizaje cognitivo y cambio comportamental.
La sabiduría tradicional, india por otro lado, afirma que la información en sí no crea (o cataliza) ninguna transformación. El aprendizaje cognitivo tiene que ser traducido en aprendizaje experiencial, por la vía de la trilogía cuerpo-mente-espíritu, que cataliza realmente el aprendizaje.
Sabemos que occidente habla más sobre cerebro y comportamiento. Mientras que Oriente ha desarrollado la ciencia, no sólo de cuerpo-cerebro sino de sistemas sutiles de la mente, de la conciencia, o lo que llamamos el “software” de nuestra vida.
Si tomamos la analogía del iceberg, en que el cerebro-conducta son la parte visible. Lo que dirige el cerebro no está en la zona visible sino por debajo de la superficie: del trabajo de la mente y la conciencia.
El cambio o transformación real sólo puede ocurrir cuando trabajamos en aquello que no es visible. De esta manera conseguimos además cambios duraderos o incluso permanentes en nuestra redefinición de nosotros mismos.
En segundo lugar, la psicología occidental se ha centrado en aspectos como el lidiar con emociones negativas y el lado “oscuro” de la psique. En Oriente, por otro lado, la sabiduría tradicional trata la evolución desde la naturaleza inferior (inherente al proceso evolutivo) y hacia una conexión con lo Divino (mi posibilidad como un ser humano). Por lo tanto, el miedo y la ira no son sólo mis emociones, sino que la felicidad y alegría son mi naturaleza interior. Necesito conectar con las emociones positivas y superar mis emociones negativas o utilizar esas emociones negativas sólo cuando sean necesarias para el proceso de transformación."
Entrevista extraída de:
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